BIOGRAFÍA
Vivian Suter nació en Buenos Aires en 1949. Ha pintado en Basilea, Viena, África, Berna, Roma y Panajachel y ha vivido en Panajachel, Guatemala desde 1982.
Panajachel
Viajando por Norte y Centroamérica en 1982, Vivian Suter llegó a Panajachel – un pueblo a orillas del lago Atitlán – y permaneció allí, formando su hogar sobre un terreno en una antigua plantación de café. Desde el inicio de los años 80, la mayoría de su trabajo artístico ha sido creado desde este escenario, y muchas de sus obras se han vuelto parte de él.
Las gravileas, junto con los aguacatales y los árboles de mango, que fueron originalmente plantados para proteger los cafetales, proveen al área de sombra durante todo el año. Un empinado camino, en el que se mezclan las gradas con la vereda de la montaña, lleva al estudio de Vivian Suter, desde el cual se puede observar por encima de las puntas de los árboles, el pueblo de Panajachel con su lago y sus volcanes.
El arte que aquí nace trata del viento, los volcanes y la vastedad y claridad de este paisaje tropical.
Bajo la sombra de la plantación de café, se encuentra un segundo estudio. La vista entre los gabletes alcanza únicamente las hojas de las densas plantas de banano que crecen frente a la casa. Aquí es donde son creadas las obras de primer plano: el recurrente motivo de la fruta prohibida, la mirada sobre uno mismo o fija en el interior.
Las imágenes de Vivian Suter y las obras fotográficas y bosquejos que crea junto con ellas son representaciones, comentarios e interpretaciones de sus alrededores, tanto externos como internos. Asimismo son apropiaciones, hacen suyo este entorno y de igual manera, son apropiados por sus alrededores.
En la cambiante vida de Vivian Suter ha habido una constante: su arte. Sin importar dónde esté, habrá siempre un lugar donde ella cree nuevas obras y se rodee de piezas realizadas hasta ahora.
Agatha
Las tormentas amenazan y golpean a Guatemala cada vez más frecuentemente, y a principios de junio del 2010, una de ellas causó enormes daños en Panajachel. Tanto los estudios como pinturas almacenadas de Vivian Suter se vieron afectados, resultando en un regreso de muchas de sus obras a la misma naturaleza que las inspiró.